lunes, 6 de septiembre de 2010

MANTEGAMOS SIEMPRE LA MIRA FIJA EN EL OBJETIVO

Por: Lcdo. Sergio Ramos


Recientemente el régimen ha desatado una serie de maniobras de distracción para desviar la atención y el esfuerzo de la oposición en sus propósitos y objetivos y a la vez, distraer al pueblo de los agudizados problemas cotidianos que le aquejan.

El primer rejuego lo fueron las conversaciones entre el canciller español Miguel Ángel Moratinos, el Cardenal Jaime Ortega y Alaminos y el general Raúl Castro. El resultado de la misma lo fue la excarcelación de algunos presos políticos a cambio del destierro. Una vieja táctica de la dictadura consistente en que cada vez que tiene un problema de explosión social o política, busca el modo de expulsar a los que se les oponen.

Así lo hizo cuando expulsó del país a los religiosos en 1961; lo repitió con las salidas por barco de Camarioca en el 1965, las de El Mariel en 1980 y la crisis de los balseros en 1994. Ellos saben que tales salidas y expulsiones del país eliminan a sus enemigos, sacándolos del terreno de juego. Desde afuera son menos dañinos que dentro del país.

La segunda maniobra fue sacar a la luz pública al enfermo y viejo dictador Fidel Castro. Lo vimos dando paseos por sitios públicos, dictando conferencias y hasta hablando ante la amañada Asamblea Nacional del Poder Popular. Lo vistieron de verde olivo y lo pusieron a hablar en la escalinata de la Universidad de La Habana. Con ello distraen la atención del pueblo sobre los problemas cotidianos del país y dan una imagen de fortaleza y la retoma del poder por el sanguinario caudillo.

Muchos han sido los rejuegos mediáticos del régimen durante estas cinco décadas de dictadura. Desde anunciar ficticias invasiones de enemigos inexistentes para movilizar y pasear por las calles tropas, tanques y cañones como se hacía en los años ‘60; inventar nuevas campañas de producción en la agricultura movilizando a millares de ciudadanos, saturando la televisión de estadísticas fabricadas, como se hizo con la zafra de los nunca alcanzados “10 millones de toneladas de azúcar” en los ’70; las salidas programadas por el puerto de El Mariel en el 1980 y la luz verde a las salidas en balsa, que dio lugar a la crisis de los balseros en el 1994; hasta las interminables y cansosas marchas en el ‘protestódromo’, frente a la Sección de Intereses de los Estados Unidos con el pretexto del caso del entonces niño Elián González durante los años 1999 al 2000.

Obsérvese que cada vez que hay una crisis interna, el tirano crea un evento de impacto mediático para distraer la atención y desenfocar y desviar los esfuerzos de la oposición o el descontento en la población que les son perjudiciales al régimen.

Hoy día vuelve de ocurrir lo mismo con la excarcelación-destierro de algunos presos políticos, las conversaciones del Cardenal Alamino y Raúl Castro y la reaparición pública de tirano mayor.

El pueblo y la oposición militante no deben dejarse engatusar por estas astutas maniobras de la dictadura. Por el contrario, deben mantenerse imperturbables y firmes sobre sus objetivos libertarios trazados. Lo contrario sería caer en el juego de la tiranía y retroceder en los terrenos alcanzados a través de la lucha.

Lamentablemente, algunos opositores fueron cautivados por estas jugarretas y han dado frenazos en sus protestas callejeras, o sea han hecho exactamente lo que querría la tiranía: Acallar las protestas callejeras de la oposición militante.

Hubo otros opositores como la valiente madre del mártir de la libertad Orlando Zapara , la Sra. Reina Tamayo, que desde su pueblo en Banes, en compañía de algunas Damas de Blanco de ese pueblo, continuaron haciendo actividades de desobediencia civil callejeras y confrontativas, enfrentándose a las fuerzas represivas de la dictadura. Pero al final, la dictadura, hábilmente le dejó libre el paso hacia el cementerio donde esta enterrado su hijo y así extrajo la presión, creando un vacío acciónala en la oposición.

Algunos pocos opositores, siguieron sus protestas, como fue el caso de los estudiantes universitarios contestatarios en la escalinata de la Universidad de La Habana, no empese la fuerte represión de que fueron víctimas. Pero, ¡Eso se llama tener puesta la mira en el objetivo!

Si la oposición, en vez de frenarse, hubiese continuado su presión contra la dictadura, hubiese ganado más terreno e incrementado el número de militantes contra el régimen. Lo único que hubieran tenido que hacer es cambiar el motivo de las protestas, cosa que dentro del desastre social, político y económico existente en Cuba no es nada complicado, puesto que rezones para protestar en grande se sobran.

Nada esta perdido. Estamos a tiempo. La cuestión es señalar el mal que aqueja, levantar la bandera del reclamo de justicia y libertad para el pueblo y empezar las protestas de calle como lo hicieron las Damas de Blanco y los estudiantes universitarios, entre otros. O sea, volver a la calle, pero esta vez hasta ganar las calles.

Debemos tomar como principio estratégico de lucha, no hacer caso a los jueguitos y maniobras diz tractivas de la dictadura y continuar inalterable y persistentemente el enfoque de la lucha de desobediencia civil callejera y confrontativa, aumentando progresivamente su intensidad y eficacia.

En otras palabras: ¡Hay que mantener siempre la mira fija enfocada al objetivo!

Y el objetivo es LA LUCHA FRONTAL SIN TREGUA, NI PAUSA HASTA ALCANZAR LA LIBERTAD TOTAL PARA EL PUEBLO DE CUBA.